Día de los Calbotes

Cada año, cuando llega el Puente de Todos Los Santos, en buena parte de las localidades extremeñas existe la costumbre de salir al campo a asar castañas. En función de la zona de la región en la que nos encontremos, esta tradición contará con un nombre u otro, pero en todas las comarcas podemos percibir una misma identidad en este evento. Llega el “Día de los Calbotes de Extremadura“.

Pero no se trata de algo exclusivo de Extremadura… Esta singular costumbre también se ha ido extendiendo con el tiempo a otras zonas de la geografía nacional próximas a la región, como pueden ser Ávila, Salamanca o Toledo.

“Calbotes”, “carbotes”, “carvoches”, “calbotá” o “carvochá”… Innumerables variantes que derivan del mismo nombre original, y que sirven para aludir a las castañas asadas al carbón. Un rito que cuenta con un origen cristiano, que perduró en la tradición medieval, y que se celebra como símbolo de la llegada del final del verano.

Castañas asadas en el campo

¿No te parece que rodearte de la naturaleza puede ser una idea magnífica para deleitarte con el sabor de las primeras castañas de la temporada? Eso debieron pensar los primeros extremeños que instauraron la costumbre de asar castañas en el campo para celebrar el Día de los Calbotes.

Evidentemente, este tipo de eventos se presta para ser disfrutado en compañía de nuestros familiares y amigos, por lo que no es extraño que familias enteras o pandillas de amigos enteras se reúnan en su rincón favorito de alguno de los campos que tenemos en las afueras de las localidades extremeñas, para pasar un día de convivencia, disfrutando, cómo no, de las siempre ricas castañas asadas.

También puede ser un buen momento para comer granadas, membrillos, higos secos y nueces, productos también de temporada en esas fechas y que nunca vienen mal. Para “cargar las pilas” en un día de campo como este, no pueden faltar los quesos y los embutidos de la tierra, acompañados por un buen vino, o incluso por aguardiente para entrar en calor.

En el caso del Valle del Ambroz, la celebración del Día de los Calbotes supone el pistoletazo de salida al llamado Otoño Mágico.

La Chaquetía

En ciertos pueblos extremeños (en su mayoría, de la provincia de Badajoz), también se denomina La Chaquetía a una costumbre o tradición celebrada cada día 1 de noviembre, que consiste en que los jóvenes del pueblo salen a pedir comida de casa en casa, para luego degustar lo recolectado en el campo.

Además, en Herrera del Duque, se convoca todos los años un concurso o certamen de Chaquetías, que es un dulce que se elabora estos días a base de harina, huevos, azúcar y anís, y que recibe este nombre en honor a la costumbre que acabamos de comentar en el párrafo anterior.

Como ya hemos dicho antes, dependiendo de la localidad donde preguntemos, descubriremos que existen otros nombres diferentes para designar esta fiesta. Por ejemplo, se nos vienen a la memoria varios: en Cilleros, celebran la “Borrajá”; o en Carbajo, el “Magusto”.

¿Qué tal una visita a Granadilla?

En estas mismas fechas, por la celebración de Los Santos, la villa de Granadilla abre de nuevo sus puertas para recibir a todos sus “hijos”. Hablamos de aquellos que nacieron o crecieron en el pueblo antes de su expropiación. Se trata, por tanto, de una de las fechas más propicias en todo el año para visitar su pueblo.

Sí, sabemos que no guarda mucha relación con la tradicional fiesta de los Calbotes, consistente en asar las castañas. Pero, al celebrarse en las mismas fechas y al tener lugar también en Extremadura, nos parecía interesante incluir este aporte.

Ritual por las ánimas en Las Hurdes

En algunas de las alquerías de Las Hurdes, la popular celebración de la Carvochá en la que se asan castañas en una hoguera, se utiliza también a modo de ritual para ahuyentar los malos espíritus y purificar a todos los presentes.

En este singular evento, se recitan romances en honor a las ánimas o almas. Se trata de una suerte de coplas que, durante siglos, se han ido transmitiendo de generación en generación.

En Tornavacas, todavía se mantiene el toque de ánimas, todos los días del año, para recordar a los difuntos, donde una vecina de dicha localidad callejea por el pueblo al ocaso tocando una esquila. Se trata del único pueblo de Extremadura que mantiene esta tradición todavía vigente.

Algo parecido sucede en Madrigal de la Vera, donde recuerdan estos días a la “Moza de Ánimas” que, según reza la leyenda, solía salir todas las noches, vestida de riguroso luto, con un farolillo en la mano y tocando la esquila, se pasea pidiendo rezos por las ánimas benditas.

Como hemos podido ver, la celebración de los Calbotes todavía está muy presente entre los extremeños, pero también de formas muy diferentes, lo que hace que sea una fiesta o tradición de lo más singular y llamativa. ¿Cómo la celebráis en tu localidad? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!