Qué ver en Alburquerque (Badajoz)

Alburquerque es un pequeño municipio de la provincia de Badajoz, conocido especialmente por su grandioso castillo.

Se trata de una localidad situada en la comarca de los Baldíos de Alburquerque muy visitada por aquellos que vienen a Extremadura por contar con un conjunto histórico-artístico muy interesante, además de contar un barrio medieval y el mencionado castillo de Alburquerque.

¿Te gustaría saber más sobre Alburquerque? En ese caso, te invitamos a visitar en un día el pueblo de Alburqurque (Badajoz) desde Cáceres. ¿Nos acompañas?

Cómo llegar a Alburquerque desde Cáceres

Lo primero que debemos indicar es que, estamos hablando de una localidad de España situada en la región de Extremadura y por tanto, está separada de la ciudad de Cáceres a pocos kilómetros, por lo que recomendamos ir en coche o transporte público.

De Cáceres a Alburquerque hay 70 kilómetros de distancia, cuyo trayecto más rápido en coche será de una hora aproximadamente.

¿Cómo llegar a Alburquerque desde Cáceres? Muy sencillo. En coche, deberás tomar la carretera N-521, que une la ciudad de Cáceres con el pueblo de Aliseda. Una vez en Aliseda, deberemos tomar la carretera EX-303, que nos llevará directamente a la entrada del pueblo de Alburquerque.

Debido a que es un pueblo pequeño, es fácil aparcar en las inmediaciones o periferia. No te recomendamos entrar con el coche al centro del pueblo, pues algunas calles son muy estrechas y no encontrarás aparcamiento fácilmente.

Cómo visitar Alburquerque en un día

Debido a que se trata de un pequeño de pequeñas dimensiones será fácil visitar Alburquerque en tan solo un día. Aunque para aprovechar al máximo tu visita, te recomendamos salir temprano de Cáceres.

Si nunca antes has estado en Alburquerque te preguntarás: ¿Qué ver en Alburquerque? A continuación, te indicamos cómo visitar Alburquerque en un día y qué no te puedes perder de este fabuloso pueblo.

Muralla de la villa

Una vez que estemos en Alburquerque, te encontrarás con una grandiosa muralla que rodea la villa. Se trata de una muralla de origen medieval que rodea la villa, de 10 metros de altura y a la que podemos subir para recorrerla entera y contemplar desde las altura las maravillosas vistas de Alburquerque.

Esta muralla de Alburquerque cuenta con varias torres defensivas como la Torre Cabera, Torre del Reloj o Torre Mocha. Además, es interesante conocer que, en la muralla defensiva conocida como «Recinto de Los Portugueses» se encuentra el Centro de Interpretación de los Castillos y el Arte Medieval que podemos visitar.

Puerta de Valencia

Tras bajar de la muralla de Alburquerque merece la pena visitar la conocida como puerta de Valencia, considerada como la puerta de la villa y que da acceso principal al recinto amurallado. Debe su nombre a que de ella partía el camino que iba a Valencia de Alcántara.

La puerta de Valencia está flanqueada por dos torres cilíndricas de 13 metros de altura cada una. Tenía carácter defensivo, pues desde su parte superior se arrojaban objetos y aceite hirviendo.

Un dato curioso es que, en su parte intramuros, tiene una capilla abierta a modo de balcón.

Barrio medieval – Villa adentro

Tras flanquear la puerta de Valencia, nos adentramos en el barrio medieval, conocido por los habitantes de la zona como villa adentro o barrio de la teta negra.

Un paseo por la villa medieval o barrio amurallado nos permite ver nobles caserones del siglo XV. A lo largo de toda la calle se pueden observar casas tradicionales con puertas de arcos ojivales y en muchas de ellas, existen los “mezuzá”, huecos para poner pergaminos para rezos con versículos de la Torá. Hacia mitad de la calle está una antigua sinagoga con dos puertas ojivales, por la grande entraban los hombres y por la pequeña las mujeres.

Junto a la plaza España se encuentra la iglesia de San Mateo.

Convento de la Madre de Dios e Iglesia de San Francisco

Situada en los arrabales de la villa, en el paraje conocido como “llanos de San Andrés” junto a la ermita de San Andrés, se encuentra el convento de la Madre de Dios y la Iglesia de San Francisco.

El convento está dotado de un claustro y la iglesia, de una sola nave, de planta de cruz latina, dividida en tres tramos, cubierta por bóveda de cañón. Solo visitable en horario de culto.

Castillo de Luna

Hasta aquí, llega nuestra visita por el interior de Alburquerque, pero no queremos despedirnos sin visitar su grandioso castillo, conocido como Castillo de Alburquerque o Castillo de Luna.

Sin duda, el castillo de Luna es el monumento estrella de la villa y uno de los más importantes de toda la frontera hispano-portuguesa.

Este castillo se construyó en el siglo XIII sobre un cerro con fines defensivos y debe su nombre a Álvaro de Luna, Maestre de la Orden de Santiago, quien mandó construir la torre del homenaje con cinco pisos de altura. Posteriormente, Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque, mandó añadir varias estancias palaciegas y una torre pentagonal almenada, llamada Torre de los Locos, que queda unida con la torre del homenaje a través de un puente con un solo arco ojival.

En el patio de armas o patio interior del castillo de Alburquerque encontraremos varios elementos a destacar: un cañón encontrado en la puerta de Valencia y una piedra en la que fue decapitado Pedro Ponce de León, mayordomo de la villa. También en el patio está la sencilla iglesia románica de Santa María del Casillo, del siglo XIII.

Adentrándonos en el castillo de Luna o castillo de Alburquerque podemos apreciar varias estancias más, como la cocina con forma piramidal, las mazmorras o el comedor, que oculta una sala en la que se encontraban Pedro I de Portugal e Inés de Castro.

El castillo de Alburquerque es una de las fortalezas más destacada de la Raya (frontera terrestre entre España y Portugal).

Castillo de Azagala

Si no te importa volver al coche puedes ir a visitar el castillo de Azagala.

Este castillo de Azagala situado a 12 kilómetros de Alburquerque, por el camino de Santiago, está situado a orillas del llamado “Charco del Infierno”, junto al embalse de la Peña del Águila.

El castillo data del año 1303. La misión de este castillo junto con al castillo de Luna, mencionado anteriormente, era defender las tierras castellanas de las tropas musulmanas y más tarde de las portuguesas.

La construcción del castillo se basa en tres recintos defensivos, donde ocupan lugar la Torre del Homenaje, la Torre de Armas, la Torre de los Humos y la Torre de las tres Esquinas. Aunque tuvo muchos señores actualmente lo ha comprado un inversor para rehabilitarlo como alojamiento turístico.

Pinturas rupestres del risco de San Blas

Fuera del término municipal de Alburquerque, pero muy cerca de éste, se encuentra el conocido como risco de San Blas. ¿Por qué es interesante este risco? Pues nada menos que por conservar auténticas pinturas rupestres.

Para llegar al risco de San Blas y visitar sus pinturas rupestres, deberás salir de Alburquerque por la carretera de Valencia de Alcántara y a tan solo 2,5 kilómetros, te encontrarás con un camino que da acceso al camping de Alburquerque, donde deberemos dejar el coche y continuar a pie.

Deberás continuar por un estrecho camino hacia la cara norte del risco que es donde se encuentra el abrigo del risco de San Blas. Por suerte, el camino está bien señalizado y contiene cuadros explicativos.

En el interior del risco de San Blas encontrarás pinturas rupestres, declaradas Monumento Histórico-Artístico en el año 1924 y realizadas entre el periodo Neolítico y la Edad de Broce.

Si quieres más información sobre el acceso al risco de San Blas y visita de las pinturas rupestres, te recomendamos ponerte en contacto con la oficina de turismo de Alburquerque:

☎️ Teléfono: 924 40 12 02
📧 Mail: turismo@alburquerque.es
🌐 Sitio web: www.alburquerque.es